CAPÍTULO 5.- OBSERVACIONES OPORTUNAS DE UNA ORUGA

(Me gustaría ser un poco más alta y así sería irrefutable lo que diga)

... Su respiración era serena y lenta
De vez en cuando, el viento pasaba sobre sus ropas
y no era frío ese sonido.

Un soplo de beso cada vez más suave
medía el cuerpo de la niña al salir de ese vestido
y me extasiaba.

Al ritmo de los latidos de su pecho
apareció una mariposa pura y blanca
que danzando sobre sus párpados cerrados
se posó en el sombrero del retrato.

No la tocaba
                      en ninguna parte.
Ni la fragancia de su vuelo.

Tampoco la fragancia de su cuerpo se movía
y mi fotografía era intensa. . .
casi viva.
Porque sólo en la foto la quería.


Carrol del día:
Misteriosos
son los clicks de los diafragmas.

(También me gustaría ser un poco más exacta)